Los Fondos Mutuos son productos de ahorro e inversión, destinados a personas y empresas que desean obtener rendimientos superiores a productos tradicionales de ahorro, asumiendo un nivel de riesgo. Son gestionados a través de Sociedades Administradoras de Fondos y regulados por la Superintendencia de Mercado de Valores. La diversificación de las inversiones en un Fondo Mutuo te permite obtener un potencial rendimiento superior al que sólo tendrías invirtiendo directamente en un solo instrumento financiero. Además, el sólo hecho de diversificar te permite minimizar el riesgo de exposición del total de tu capital en una sola inversión.
Por su parte, los Depósitos a Plazos son un tipo de operación financiera, en la que le entregamos parte de nuestros ahorros a una entidad bancaria o financiera por un periodo determinado, para que luego de un tiempo pactado (normalmente más de 1 año), nos brinde un rendimiento fijo. Normalmente, si dispones el monto antes de la fecha pactada, se penaliza el rendimiento ofrecido (es decir, no te reconocerían los intereses o te entregarán menos de lo ofrecido).
Entonces, ¿qué producto debemos elegir? Aunque la respuesta depende al 100% de tu decisión, nuestra recomendación es no elegir sólo uno, sino diversificar. Por ejemplo: Si acabas de recibir tu gratificación, y luego de pagar tus deudas, decides que parte de este dinero no lo usarás por al menos un año, no deseas tomar riesgo alguno y estás seguro que no usarás este capital, probablemente un depósito a plazo sea la mejor decisión. Por su parte, si el monto restante sí deseas invertirlo porque es un excedente, pretendes obtener una mayor rentabilidad, quieres tener la posibilidad de usar todo o parte de este monto antes de lo planeado, un Fondo Mutuo sería genial para este fin.
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