La digitalización ha transformado la forma en que las personas en todo el mundo acceden a servicios financieros, interactúan en línea y realizan pagos. Sin embargo, esta conectividad también ha incrementado las oportunidades para que los delincuentes operen en entornos virtuales, muchas veces sin dejar rastro inmediato.
En este contexto, la protección de datos personales se ha vuelto una necesidad, más que una recomendación: es parte del uso diario de la tecnología. Entender cómo actúan los estafadores y saber qué medidas aplicar ayuda a reducir los riesgos de ser víctima de un fraude digital y mantener bajo control nuestras actividades en línea.
¿Qué son los fraudes digitales?
Los fraudes digitales son engaños o estafas que se realizan mediante plataformas electrónicas para obtener beneficios económicos o accesos a la información privada. Los estafadores emplean distintos métodos para suplantar identidades, acceder a cuentas y apropiarse de fondos o datos personales.
En el Perú, estos fraudes se presentan como correos electrónicos falsos, mensajes de texto con enlaces maliciosos o llamadas telefónicas donde se hacen pasar por instituciones financieras conocidas.
¿Cómo operan los ciberdelincuentes?
Los atacantes digitales suelen presentarse como entidades confiables. A través de correos, mensajes o llamadas, solicitan datos con aparente urgencia: te piden que actualices tu información, confirmes una operación sospechosa o evites el bloqueo de una cuenta.
En algunos casos, los enlaces que envían dirigen a sitios web que simulan ser reales, donde las víctimas ingresan datos pensando de que tratan con su banco o proveedor de servicios. En otros, instalan programas maliciosos sin que el usuario lo note. El enfoque siempre apunta a manipular la comunicación para lograr que la propia persona facilite información.
Además, es común que utilicen técnicas automatizadas para enviar mensajes a miles de personas al mismo tiempo, con la esperanza de que alguna caiga en el engaño. Estas campañas masivas pueden incluir promociones falsas, sorteos inexistentes o notificaciones de premios que, al ser atractivas, generan una reacción rápida sin que el usuario se detenga a verificar su autenticidad.
Medidas de seguridad para prevenir estafas cibernéticas
Protegerse no requiere conocimientos técnicos avanzados, sino aplicar acciones de alerta sencillas de forma constante. Estas son las prácticas recomendadas que todo usuario digital debe seguir en su día a día:
Revisa el origen antes de interactuar
No abras enlaces ni descargues archivos que llegan por canales desconocidos. Si un correo o mensaje te genera dudas, es mejor ignorarlo o verificarlo directamente en la web oficial de la entidad. Nunca ingreses tus datos a enlaces enviados por terceros.
Mantén tu información personal en privado
Evita compartir números de cuenta, contraseñas, códigos de verificación y datos personales a través de llamadas, mensajes o correos. Incluso si parecen provenir de un banco o empresa conocida, desconfía de cualquier solicitud no iniciada por ti.
Refuerza la seguridad de tus accesos
Activa métodos de verificación adicionales cuando estén disponibles, como la autenticación en dos pasos. Cambia tus contraseñas con regularidad y no utilices las mismas en diferentes plataformas. Asegúrate también de que tu teléfono y computadora estén actualizados y con acceso controlado.
Adoptar hábitos de seguridad en línea es cada vez más importante para evitar estafas. Si bien los riesgos no desaparecen por completo, reducirlos es posible con acciones preventivas.
¿Cómo denunciar un fraude digital?
Si sospechas que has sido víctima de una estafa digital o detectas un intento de fraude, es importante actuar de inmediato. En el Perú, puedes reportar estos casos ante la Policía Nacional a través de la División de Investigación de Delitos de Alta Tecnología (Divindat). También puedes presentar la denuncia en cualquier comisaría o mediante la plataforma virtual del Ministerio del Interior.
Otra opción es comunicarte con la entidad financiera involucrada para bloquear operaciones, anular tarjetas o cambiar credenciales de acceso. Los bancos cuentan con canales de atención telefónica o en línea para este tipo de emergencias.
Mantente alerta y cuida tu información en todo momento
Reducir la posibilidad de caer en fraudes digitales empieza por conocer cómo operan y qué señales no deben pasarse por alto. Incorporar hábitos de seguridad en el uso diario de internet es una forma eficaz de proteger tus datos y tu dinero.
Conversa con tu entorno, comparte esta información y ayúdales a identificar riesgos antes de que sea tarde. Estar prevenido no significa vivir con miedo, sino tomar el control de tus decisiones en el mundo digital.