Tipos de rentabilidad: Guía práctica para invertir con éxito

que tipo de rentabilidad se ajusta a los objetivos

La rentabilidad es un concepto fundamental en el mundo de las finanzas e inversiones. Se refiere al rendimiento o beneficio que se obtiene de una inversión, por ejemplo, los fondos mutuos, comparando los recursos utilizados con los resultados obtenidos en un período de tiempo determinado. En la toma de decisiones financieras, es crucial elegir el tipo de rentabilidad que mejor se ajuste a nuestros objetivos y tolerancia al riesgo.

Pero ¿qué tipos de rentabilidad existen?

1. Rentabilidad absoluta

rentabilidad absoluta

La rentabilidad absoluta es el rendimiento total acumulado durante toda la vida de una inversión. Incluye tanto los beneficios o pérdidas obtenidos como el capital inicial invertido. Es un indicador útil para evaluar el éxito global de una inversión a lo largo del tiempo.

Ejemplo: Imagina que inviertes 10,000 dólares en una cartera diversificada de acciones. Después de un año, el valor de tu inversión ha aumentado a 11,500 dólares, lo que significa que has obtenido una rentabilidad absoluta del 15% (1,500 dólares de beneficio sobre 10,000 dólares invertidos). Esta rentabilidad absoluta te muestra cuánto ha crecido tu inversión en términos totales.

2. Rentabilidad relativa

La rentabilidad relativa compara el rendimiento de una inversión con un índice de referencia, como el mercado en general o un índice específico. Por ejemplo, si el mercado crece un 7% y nuestra inversión crece un 10%, hemos superado el promedio del mercado. Es una forma de medir nuestro éxito frente a otros Inversionistas.

3. Rentabilidad ajustada al riesgo 

La rentabilidad ajustada al riesgo considera el rendimiento de una inversión en relación con la volatilidad o incertidumbre asociada. Se calcula dividiendo el retorno de la inversión por la medida de riesgo utilizada, como el índice de Sharpe o el coeficiente de Treynor. 

Este tipo de rentabilidad es crucial para evaluar el equilibrio entre el rendimiento obtenido y el nivel de riesgo asumido.

Ejemplo: Si una inversión en fondos mutuos tiene un rendimiento anual promedio del 10%, y el índice de Sharpe para este fondo es 0.8, significa que, por cada punto de riesgo adicional asumido, el fondo ha logrado un 0.8% adicional de rendimiento. Esto permite a los inversionistas comparar diferentes opciones de inversión y elegir aquellas que ofrezcan un mayor rendimiento ajustado al riesgo.

4. Rentabilidad real

La rentabilidad real se obtiene restando la tasa de inflación del rendimiento nominal de la inversión. Esta se calcula de la siguiente manera:

Rentabilidad Real= Rentabilidad Nominal − Tasa de Inflación

Por ejemplo, si una inversión tiene un rendimiento nominal del 8% y la tasa de inflación es del 3%, la rentabilidad real sería del 5%. Esto significa que, después de ajustar por la inflación, el rendimiento real de la inversión es del 5%, lo que indica el crecimiento del poder adquisitivo de nuestro dinero. La rentabilidad real es esencial para guiarnos de que nuestros ahorros o inversiones crezcan por encima de la tasa de inflación y no pierdan valor en términos reales.

¿Cómo medir mi rentabilidad?

como saber que tipo de rentabilidad es mejor para ti

Para determinar la forma de medir tu rentabilidad, es crucial considerar tus objetivos financieros y tolerancia al riesgo. Si buscas un rendimiento total a lo largo del tiempo, la rentabilidad absoluta es útil para evaluar el éxito global de una inversión. Si deseas comparar tu rendimiento con el mercado, la rentabilidad relativa te permite medir tu éxito frente a otros inversionistas. 

Para equilibrar el rendimiento con la volatilidad, la rentabilidad ajustada al riesgo es esencial, especialmente si buscas proteger tu capital. Además, si quieres que tus ahorros crezcan por encima de la inflación, la rentabilidad real es clave. Evaluar estas opciones te ayudará a tomar decisiones informadas y alinear tus inversiones con tus objetivos financieros.